Tiene
28 años y proviene de una familia de barrio Los Olmos. De pequeña empezó a
practicar Kung Fu junto a dos de sus
hermanos. Su profesor y guía es Hugo Vilches, a quien conoce de chica cuando ya
eran compañeros. Hoy, enseña en su barrio, y piensa en su propio espacio,
mientras sale a pelearla trabajando en construcción.
Por Bruno Schiavi
@bdschiavi
@bdschiavi
El
sacrificio es sin dudas uno, sino el más el importante de los valores a la hora
de conseguir los objetivos. Y eso, Jésica Sarmiento (28) lo tiene muy bien
internalizado. De pequeña empezó a lucharla en su querido barrio Los Olmos y
comenzó, incentivada y de la mano de su padre, a develar su pasión por el Kung Fu cuando tenía tan solo 7 años.
Hoy,
habiendo alcanzado el cinturón negro, reparte sus horas entre los entrenamientos
y las clases con niños, sin dejar de lado la crianza de sus 2 hijas y la
convivencia con su pareja. Pero como si eso fuera poco, esta morocha de ojos
achinados y de una sonrisa compradora se levanta todos los días bien temprano, se
encuentra con su padre y sale a la búsqueda de alguna obra, aprontada en su
condición de albañil. Sí, como leen, Jésica se gana la vida con un trabajo que
(erróneamente) la mayoría emparentamos con el hombre.
-¿Cómo
es una semana tuya de entrenamiento?
-Lunes y miércoles doy clases de Kung Fu en el centro vecinal de barrio Las Playas,
a niños de 4 a 14 años. Soy profe de Kung Fu, tengo el cinturón negro rendido
recientemente (cuenta orgullosa). Y martes, jueves y viernes entreno en el gimnasio
Soria casi 2 horas y luego hago Kick Boxing, en el mismo lugar con mi profesor
Hugo Vilches.
La
joven ha participado de distintas instancias con las 2 disciplinas. Su mayor
logro en Kung Fu fue la participación en
el Sudamericano de Brasil realizado en la ciudad de Brasilia en noviembre de
2013, oportunidad en la que trajo 8 medallas: 6 de oro, 1 de plata y 1 de
bronce. También estuvo en el Mundial de Buenos Aires en 2014, con 5 medallas
alcanzadas, siendo 3 de oro y 2 de plata. En Kick Boxing tiene 10 peleas
disputadas.
-¿Cómo
es que practicás las dos disciplinas?
-Desde los 7 años entreno Kung Fu. Rendí 2 cinturones, pero tuve que
dejar por cuestiones económicas; después regresé, nació mi primera nena, tuve
que volver a dejar, luego mi segunda nena y finalmente retomé hace 3 años. Hubo
momentos en los que cortaba pero volví con el objetivo de rendir el cinturón
negro. Luego, mi entrenador me ofreció empezar con él Kick Boxing, no me
convencía mucho al principio pero vine una vez a la clase, me quedé y me gustó.
-¿Era
dura la situación económica que tuviste que dejar de chica?
-Sí, mis viejos habían perdido el
trabajo y tuve que dejar hasta que consiguieran nuevamente. Además éramos tres
los que íbamos a practicar el deporte (junto
a dos de sus hermanos). Para practicar es
fundamental contar con la ropa de entrenamiento: pechera, cabezal. Ahora con
mis alumnos hacemos polladas por ejemplo para que puedan juntar plata para su
propia ropa. Nos ayudamos, siempre hacemos algo para vender.
-¿Y
cómo decidiste empezar a dar clases por tu cuenta?
-Siempre quise abrir mi escuela. Rendí
para ser instructora y ya hace 3 años que estoy dando clases. La escuela se
llama Wushu Kung Fu Zheng Dao, funciona
como filial en barrio Las Playas y van chicos de la zona. Tengo varios alumnos
y son más mujeres que varones. Mis 2 hijas entrenan también. Hace un tiempo algunos
varones se fueron, me decían: no puede ser que vos des clases. No entendían que
una mujer les diera clases.
Todo
ha sido sacrificio en la vida de Jesica y siempre que ha querido participar de
competencias y viajar hubo que buscar la forma de realizarlo por su cuenta:
trabajando o vendiendo comida.
-Contáme
sobre tu actividad laboral como albañil…
-Viene de familia, mi papá Marcelo es
albañil y mis hermanos también. Somos 6: 4 varones y 2 mujeres. El más pequeño
de los varones va a la escuela y los restantes 3 son oficiales de albañilería. Hace
unas semanas mi viejo me ofreció si quería trabajar con él para poder tener dinero.
Yo tenía que rendir el cinturón y no tenía plata, así que estoy trabajando con
él. A mi viejo también lo ayuda mi mamá en la construcción.
Anteriormente,
Jesica trabajó en diferentes lugares: haciendo manualidades, de bachacera en locales de gastronomía,
limpiando casas y cuidando adultos mayores o niños la mayoría del tiempo. De
todos modos, ya había ayudado como albañil alguna vez. De adolescente tuvo que
dejar la escuela en primer año y empezar a trabajar de niñera.
-¿Y
qué te parece que una mujer trabaje en la construcción? ¿Qué te dicen los que
te conocen?
-Yo creo que una mujer puede hacer
cualquier tipo de trabajo que hace un hombre. La gente no me cree que soy
albañil, me dicen que no puede ser -aunque
hay varias chicas del barrio que también lo hacen-.
Jesica
convive con su pareja (también albañil) sus hijas son Luna de 12 y Camila de 7.
Las 2 entrenan Kung Fu con su mamá. Además,
hacen danza árabe y van a la escuela, por eso esta joven luchadora anda a las
corridas para llegar a todos lados a tiempo. Se levanta temprano y lleva a sus
hijas al colegio, de ahí parte hacia la casa de su viejo para salir a trabajar.
-¿Qué
es lo que viene en tu carrera? ¿Qué sueño u objetivos quedan por cumplir?
-Al Kick Boxing lo sigo entrenando y
participo de peleas. En Kung Fu mi meta
es tener mi propio salón para estar más cómoda y manejar mejor mis horarios. Mi
objetivo era llegar a cinturón negro, ya lo cumplí y ahora quiero y sueño con tener
mi propio salón. Además no pagaría la cuota para alquilar y tendría más
horarios para poder entrenar. Tengo mi terreno y me gustaría hacer algo en la
parte de atrás. Mi pareja ya me prometió que me ayudará a levantar el salón.
En competencias, tenemos un mundial de Kick
Boxing en Rosario en julio y estamos preparándonos para eso. Por otro lado, en Kung Fu vamos a Perú en noviembre para formar
parte de un sudamericano.
-El
deporte muchas veces sirve para ayudar a integrar a niños y jóvenes. ¿Qué
opinás sobre ese tema?
-Sí, padres del grupo de alumnos que
tengo me dicen que llevan a los chicos para que no estén tanto con la compu o
el celular y la verdad veo que están motivados. Quieren ir a los torneos y
quieren hacer todo.
-Para
terminar, ¿cómo definirías al Kung Fu en
tu vida?
-El Kung Fu es todo para mí, si tengo un problema
personal vengo a entrenar y me olvido de todo. No puedo faltar, es mi cable a
tierra.
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