
Por Juan Ramón Seia
@juanitoseia
@juanitoseia
Elegís el vestido, contratás al DJ,
la decoradora, el menú, que las fotos, que el video, que los centros de mesa.
Pero en ese derrotero interminable de ítems a tener en cuenta para delinear una
fiesta con todas las letras (y con todos los gastos que conlleva, obviamente),
se incluye una veta artística.
Ya sea un show, una performance
de animación o amenizar musicalmente con violines en el ingreso, aporta un plus
distintivo a la parafernalia general de un acontecimiento importante ya sea en
la familia que lo organiza o en la institución o empresa que lo promociona.
La joven villamariense Naira
Deloufeu se dedica especialmente a la organización de fiestas. Considera que,
aunque no siempre se tiene en cuenta el factor artístico, cada vez es más analizada
su incorporación. "Más que todo en los casamientos que, por ejemplo, en un
cumpleaños de 15. Es así porque las familias de los novios suelen aportar más
dinero para la fiesta que la familia de la cumpleañera. Además, en los últimos
casos, se dedican a invertir más en cotillón, las fotos y en efectos durante la
fiesta o en algunos detalles extra, como un Fotomatón (cabina automática de
fotografía)", acota.
Respecto a las opciones que
suelen ser ofertadas, Naira señala que para la entrada se suele contratar a un
saxofonista o violines (como el profesor del Conservatorio, Fabricio
Valvasori), para la animación a Nico Turco, Circo Moskito (Ramiro
"Chumy" Chanquía), o “Pela” Grivel, para la performance en pista a
las diferentes academias de danza de nuestra ciudad y para la fiesta
propiamente dicha a bandas de cuarteto (Mariskales), de cumbia (Arrasa como
Topadora), o batucadas (Los Dragones).
Aunque hace la salvedad de que,
al momento de agenciar a algún conjunto, en varias ocasiones se busca alguna
propuesta de la región o de Córdoba capital.
Tres variantes

Las preguntas formuladas fueron
las siguientes:
1. ¿Cuándo comenzaron a ser
convocados en fiestas?
2. ¿De qué manera desarrollan un
repertorio o performance para públicos diferentes?
3. ¿Han tenido alguna anécdota o
experiencia singular en los años de presentaciones?
4. ¿Se acuerdan cuáles fueron sus
mejores presentaciones?
Nico Turco
1. Comencé en el Colegio
Rivadavia con el profesor Omar Ochoa en el año 2000, participando varias veces
en la Farándula. Luego me incorporé en cumpleaños de 15 haciendo recepciones.
Al tiempo, tomé clases de teatro con Javier González.
2. Cuando es un show para niños
desarrollo la presentación haciéndoles preguntas para que se produzca una ida y
vuelta contante. Existe en el niño un tiempo de atención particular, entonces
tenés que meterle pilas para que el trabajo no decaiga en una meseta. Ellos
demandan mucha energía. Mientras que para adultos se fue dando gracias a los infantiles.
Comencé haciendo recepciones de mimo y con el correr de los años fui haciendo
algo entre las mesas. Después le incorporé globología, más adelante lo
musicalicé y finalmente, hoy en día, desarrollo un show con micrófono hablando
de la protagonista o de los novios dependiendo del evento que sea. Los
elementos que utilizo son una fusión entre los elementos de magia y el humor
más la improvisación, lo cual le da un condimento especial al espectáculo.
Anteriormente hacía un show de 15 minutos reloj con una música de fondo donde
hacía una mezcla de mímica, magia, globología, malabares y humor corporal.
3. Anécdotas tengo muchas pero
básicamente cada evento me deja algo para corregir, aprender y de esa manera
crecer en la vida. Tengo en mi memoria fiestas de cumpleaños de 100, o un día
en que me ha tocado trabajar en mi propio cumpleaños y al salir de la función
me encontré con que los niños me cantaron a mí el feliz cumpleaños. Por
supuesto también atravesé momentos difíciles cuando fui a animar a niños y adolescentes
enfermos. Ahí uno se pregunta ¿de qué nos quejamos si tenemos salud?
Básicamente lo que puedo contar es que mi trabajo me enseña mucho a través de
lo que veo en la sociedad pero lo que más puedo recalcar es la maravillosa
satisfacción de hacer reír al otro, ya sea un abuelo, un niño o adolescente.
4. Mis mejores presentaciones
fueron en la Farándula donde actué con 19 años delante toda la escuela y
cientos de almas gritando "¡Rivadavia!". Después en eventos y en
muchas bodas de 40 ó 50 años de casados, donde las disfrutan de verdad a esas
fiestas. Pero es verdad que desde hace 15 años, cada evento me deja algo, las
felicitaciones y el reconocimiento te ayuda muchísimo como jamás perder las
raíces y la humildad. Hay muchos artistas aquí de muy buen nivel en general y a
veces se los subestima porque son de la ciudad.
Andrea Valfré de Danza Vida
1. La primera fiesta fue en
diciembre de 2012. Fue en el salón Monet para un evento empresarial, la fiesta
anual de AERCA. A partir de ahí comenzaron a convocarnos para distintos tipos
de eventos. Pero sobre todo a fiestas sociales, como bodas, fiestas de 15 o
cumpleaños, etcétera. La ciudad nos conoció así, en una primera fiesta
mostrando nuestro trabajo. De ahí en más el boca a boca fue nuestra publicidad
más efectiva.
2. Tenemos distintos formatos ya
pensados y organizados para los
distintos tipos de eventos. Es decir, adaptamos la performance de acuerdo a si
es una fiesta de 15 o una boda o un evento empresarial. También a veces ocurre,
sobre todo con las quinceañeras, que vienen con una idea en particular o una
temática específica. En ese caso, adaptamos la performance a lo que requiera la
temática específica.
3. Cada fiesta es única y
diferente. Cada evento es especial, debido a que, por lo general para las personas que nos contratan,
esa noche es "única", especial, muy esperada, deseada. Nos gusta
mucho cuando los homenajeados deciden, de alguna manera, participan junto con
nosotros de algún momento de la intervención. Nos esmeramos mucho para que se
sientan cómodos y puedan disfrutarlo.
4. Por eso me cuesta mencionar
alguna fiesta en particular que me haya parecido "la mejor",
justamente por eso, porque cada una es especial. Es un momento muy íntimo, y
como dije antes, esperado por los homenajeados, entonces siempre es especial. Y
valoramos que nos permitan compartirlo a través de nuestro trabajo.
Marcelo Aranda, Triama
1. Fuimos convocados a fiestas
desde el primer momento, desde 2003. Fue como en paralelo empezar a trabajar en
eventos privados y en pubs. Aunque le decíamos a quienes nos escuchaban en los
eventos (sólo un par de canciones), que nos fueran a ver en algún pub o donde
nos presentáramos ya que nuestro show completo tiene un inicio, un desarrollo y
un final específicos.
2. El repertorio que elegimos
depende de la gente que va al evento. Si es más joven, más grande o si es un
casamiento. No es lo mismo el público que va a una fiesta familiar a uno que va
por compromiso a un evento. Recuerdo que en un casamiento había tanta gente grande
como joven y que competían por quiénes bailaban o cantaban más un tema. Tenemos
un repertorio de 280 temas por lo cual nunca repetimos totalmente un show. Sí,
obviamente, incluimos temas clásicos que son los más pedidos que no podemos
obviarlos. Nuestras "armas" son el respeto al público pero también a
lo que hacemos, vamos con lo nuestro. Es decir, si vamos a tocar en un lugar
que no es el adecuado y en un momento que no es el oportuno, sabemos que
difícilmente nos escuchen con atención. Pero en esos casos, que afortunadamente
han sido pocos, tratamos de brindar primero nuestros mejores temas para lograr
captar su oído. También hacemos que el público de algún modo participe, no sólo
cantando los temas sino también desde la nostalgia, desde el recuerdo que le
puede provocar tal tema.
3. Recuerdo algunas anécdotas de
lugares en que apenas habíamos llegado nos dijimos: "¿Qué hacemos
acá?". Sentíamos como no teníamos nada que ver. Como si fuéramos
futbolistas y nos invitaran a jugar al vóley. Algunos quedaron shokeados pero
en silencio y otros directamente ni nos escucharon. Hubo una vez que se nos
acercaron dos borrachos y nos miramos creyendo que nos iban a pedir una cumbia
o algo por el estilo. Para nuestro asombro nos pidieron que tocáramos el tango "Nostalgias".
4. Las mejores presentaciones,
creo que han sido las últimas, porque hemos ido a tocar a lugares donde la
gente ya nos conoce y nos quiere. En
eventos privados recuerdo una vez que se casaba una exalumna mía y que el 90%
de los que estaban en las mesas también habían sido alumnos míos. Entonces, me
dije: "Acá me los compro", y empecé a hacer canciones que ellos
cantaban cuando eran pibes. Fue tremendo.
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