Una leyenda urbana que lleva varias décadas.
Una casa abandonada, un auto destruido y una familia que se niega a dejar su
hogar
Por Juan Drovandi
@JuanDrovandi
@JuanDrovandi
Una mesa. La mesa del comedor dispuesta para la cena. Platos de
vidrio templado de color, vasos, también de colores, cubiertos de acero
inoxidable con mangos plásticos. Todo sobre un mantel de hule colorido.
La mesa está servida, pero la familia no está. ¿O si?
La historia no por antigua deja de ser fascinante. Una casa, una
familia que se fue en viaje de vacaciones y que nunca volvió. El auto destruido
en el garaje es el escaso relato no oral que queda de ese accidente que acabó
con la vida de cuatro personas y que las volvió un mito en nuestra ciudad: un
triste mito que incluye espíritus, fantasmas y el recuerdo de una familia que
no puede descansar en paz.
Las décadas de los ‘80 y los ‘90 fueron años prolíficos para los
relatos sobrenaturales. Los fantasmas, espíritus y ovnis copaban la atención de
jóvenes y no tan jóvenes. En todos los pueblos y ciudades aún perduras relatos
de "lloronas" o de magia negra, o de aquel taxista que llevó a una
mujer hasta el cementerio.
Las leyendas urbanas son precisamente eso: creencias populares que
se trasladaron de boca en boca, aunque en Villa María hay una situación que no
tiene correlatos sino que ocurrió aquí, y aún hoy sigue generando comentarios.
Nos encontramos en barrio Centro, calle Belgrano, un sector de
casas bajas hacia fines de los ‘70 y principios de los ‘80. Sólo el edificio de
la escuela Bianco sobresalía en su tamaño, apenas a tres cuadras de la
Catedral. Barrio familiar, de trabajadores, de chalets -varios de los cuáles
aún se mantienen estoicos ante el paso del tiempo- y de algunos pocos
comercios.
En esa zona villamariense vivía esta familia, una pareja
trabajadora –los recuerdos siempre denotan lo amable del hombre y la simpatía
de su esposa- más dos hijos pequeños, en edad escolar.

“Un luctuoso accidente deja el saldo de cuatro muertos”, podría
haber sido el título de cualquier diario de la época, o quizás lo fue. Lo
cierto es que la gente no volvió a la casa, pero sí lo hizo su auto.
El vehículo, completamente destrozado apareció una mañana en el
garaje de la casona de calle Belgrano al 200 sin que ningún vecino escuchase la
mudanza en lo que seguramente fue el nacimiento de la leyenda que aún hoy
persiste.
Son los mismos vecinos del barrio los que lo recuerdan -los pocos
que quedan en una zona que mutó notablemente en los últimos 20 años-.
Voces, muebles que se mueven, luces que se encienden y apagan, el
motor del auto que se enciende y hasta hay relatos sobre figuras de niños que
se alcanzaron a divisar a través de los vidrios de la casa abandonada, la cuál
fue acumulando un gran estado de abandono con el correr de los años.
Nunca aparecieron los familiares. Nadie más ingresó a la casa de
calle Belgrano.
Algunos relatos hablan incluso de una familia que intentó usurpar
el inmueble, pero que a los pocos días tuvieron que abandonar el lugar ante la
reiteración de sucesos paranormales.
La casa se volvió un foco de leyendas, incluso aquella puerta de
madera con ventanas vidriadas que tenía el garaje se fue rompiendo cada vez más
ante los curiosos que se asomaban para ver el auto, la lejana cocina–comedor, y
porque no tratar de comprender un poco de que se trató esa tragedia que se
volvió mito. Los vándalos también hicieron de las suyas con pintadas de todo
tipo. Situaciones que llevaron a que los propios vecinos comprasen ladrillos y
tapiaran puertas y ventanas. Para evitar más daños, pero también quizás para
darle paz a esa familia que parece negarse a abandonar su lugar.

Una boludes por dios den noticias verdadera no falsa no saben q decir por eso publican tanta pelutudes
ResponderEliminarMe encanta leer este tipo de historias pero esta no me gustó. Muchas palabras para no decir nada!!!!!
ResponderEliminarMe encanta leer este tipo de historias pero esta no me gustó. Muchas palabras para no decir nada!!!!!
ResponderEliminarMe encanta leer este tipo de historias pero esta no me gustó. Muchas palabras para no decir nada!!!!!
ResponderEliminarMe gusta este tipo de historias ..se convierten en leyenda y pasan a ser parte de la ciudad. Me gustaría el lugar.
ResponderEliminarCuando iba a la primaria (Bianco) los chicos se metían a ver la casa. Estuve por entrar una vez, era una casa que daba mucho miedo...
ResponderEliminarLa calle q dan no hay ninguna casa abandonada, alguien podria decirme cual es la verdadera calle? gracias
ResponderEliminarManuel Belgrano. Pasando la escuela Bianco
Eliminarcual es la calle?
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