Renato Sansinanea cumplió 60 años con la música
VOZ Y ESTAMPA DEL TANGO LOCAL
Por Juan R. Seia
El animador y promotor del conjunto típico A Puro Tango comenzó su carrera en el micrófono presentando grupos bailables en el club Alumni. Difundió la música ciudadana a través de ciclos radiales y televisivos e inventó "La Noche de Carlos Gardel", por la cual resurgieron las orquestas en la ciudad. Ahora, es un aficionado a las milongas como en sus años de purrete.
Nota publicada en Revista N°6
Cuando se lo ve en escena, uno puede descifrar el porte, la dicción y el aura de un tanguero de ley. Aunque nunca haya cantado ni ejecutado ningún instrumento, Renato Sansinanea lleva consigo una estampa de música ciudadana que lo acompaña desde muy pequeño.
Aficionado al "dos por cuatro" por pura herencia familiar, Renato se inmiscuía en las milongas de antaño junto a su hermana entre medio de sus padres, "grandes bailarines" que despuntaban la pista durante toda la noche.
Pero su estirpe tanguera no se desarrolló tampoco -al menos en un principio-, por el lado de la danza sino por una veta pocas veces reconocida en las páginas humedecidas de historia nostalgiosa. Su pasión fue y sigue siendo la animación ligada a las verdaderas joyas que sembraran durante décadas los grandes cultores y compositores del Río de la Plata.
Aunque en los primeros años frente al micrófono, el futuro presentador de A Puro Tango transpiraba más bien música popular y bailable por los distintos poros de su vocabulario.
¿Cuándo arrancaste con la locución?
- En 1956 y con sólo 19 años. Como a mí me gustaba eso de animar, Tito Zapata, quien supo ser periodista del diario Noticias y también era locutor, me convoca para ayudarlo a presentar orquestas en la sede del club Alumni. Yo iba siempre a ese club aunque yo jugaba en el club Sarmiento. Iba a Alumni porque un compañero de la Fábrica Militar donde yo había empezado a trabajar, jugaba ahí así que todos los domingos nos reuníamos en el bar del club.
¿Te acordás qué grupo presentaste por primera vez?
- La verdad que no recuerdo pero sí he presentado a Los Hermanos Abalos, Alberto Castillo con los Negros Candomberos, entre otros. Ya en el ' 57 me integré a la Orquesta Característica Splendid con la que hacíamos giras. Por esa época, los bailes llevaban mucha gente pero a mí me gustaba el tango. Una vez me escapé de Alumni para ir al Sarmiento porque ahí había venido la orquesta de Franchini con Julio Sosa, nada menos, quien recién arrancaba en nuestro país. Eramos unas 20 personas, nada más. Mirá lo que son las cosas que después Sosa se hizo tan famoso.
El "abuelo" de las milongas
La vida laboral de Renato tuvo sus idas y venidas a la par de su carrera profesional como locutor. Hasta 1961 trabajó en el laboratorio de la Fábrica Militar, reemplazando el antiguo cargo de su padre. Luego instaló una semillería en Ttío Pujio junto a su socio de aquel entonces, Daniel Esper. Al tiempo se le ocurrió abrir un restaurante en barrio Las Playas. "Sólo lo tuve 13 meses y ahí perdí casi toda la plata que había ganado hasta el momento", recuerda.
Con el remanente que mantuvo, decidió dar "vuelta a la tortilla" y apostar por una cantina en La Rioja y bulevar España. "Por suerte me salió más que bien y pude salir a flote", acota. Pero del emprendimiento gastronómico regresó a sus orígenes: las semillas. "Soy de Noetinger, del campo", fundamenta. Uno de los últimos proyectos empresariales fue armar una fábrica de productos de copetín, la cual posteriormente se convertiría, con nuevo dueño, en La Mexicana.
Pero a mí me contaron que también tuviste un café concert
- Sí, se llamaba Nonino, en los años ochenta. Estaba cerca de la esquina de Naciones Unidas y bulevar Cárcano. En realidad, era de Alfredo "Gringo" Vignolo y de Rubén "Gordo" Vanzetti (excelso bandoneonista villamariense). A ellos se lo compramos junto a mi socio de entonces Elvio Graglia. Pero estuve seis meses, nada más. Me terminé cansando porque en esa época yo trabajaba para Agro Villa María y viajaba por todos lados y a la vez me encargaba de las contrataciones. Un día traíamos artistas de la ciudad y la zona y otro artistas de Buenos Aires o Rosario como Jorge Valdez, Alberto Castillo o María Garay.
O sea que nunca dejaste el tango
- No, para nada. Más luego tuve programas de radio, como en FM Río "El desván y los recuerdos" y después "Tango de hacha y tiza" donde combinaba el trote y la música ciudadana. A ese programa también lo llevé al canal local. Ya en los noventa creé "La Noche de Carlos Gardel" que se mantuvo durante 20 años.
Allí fue donde nacieron las orquestas actuales de tango
- Claro. Porque hasta 1993, cuando se hizo ese evento, no había orquestas sino dúos o tríos en la ciudad. En esa época, los porteños volvieron a valorar al tango como artículo de turismo y empieza a resurgir en todo el país. Afuera ya es Patrimonio de la Humanidad y lo aman al tango. En Villa María, en los ´50 y ´60 llegó a haber 14 orquestas típicas y en los setenta se paró todo. Después de "La Noche de Gardel" se crearon A Puro Tango, Simplemente Tango, los grupos de Bravín y la Orquesta Municipal de Música Ciudadana.
Aunque ahora volvió a no haber trabajo para los conjuntos
- Lamentablemente es así. Por un lado, por los costos, ya que una orquesta en vivo requiere de varios músicos y equipos, en cambio un solista puede llevar unas pistas y se arregla. Y por el otro, los géneros bailables se han impuesto del todo.
De todos modos, las milongas han resurgido y vos formás parte de esa movida
- Sí, se ha creado un lindo ambiente donde bailan muchos jóvenes. De la gente de mi edad casi no hay. Soy el abuelo de todos (risas). Yo les muestro cómo bailo, la vieja escuela, y ellos me muestran cómo lo hacen ahora. Es como una familia.
Anecdotario popular
Un cortocircuito: "Una vez en la exsede del club Central Argentino, donde hoy está Alem Automotores, un micrófono que tenía pegado a los labios me dio corriente y se hizo un cortocircuito tal que terminó quemando todo el decorado. Por suerte, no pasó a mayores".
Barro tal vez: "Con la Orquesta Splendid viajábamos en un colectivo chiquito que le decían 'chanchito'. Poníamos todos los instrumentos al medio, con el piano y el contrabajo arriba. Así no nos veíamos entre nosotros e íbamos apretados. El tema era cuando nos empantanábamos en los caminos de tierra y había que bajarse a empujar".
Festivales y giras perdidas: "Con A Puro Tango (la orquesta creada en 1993 y que se despide de los escenarios en los próximos días), pudimos actuar dos veces en el Festival de La Falda, en Crónica TV, en el Café Tortoni y en el primer Festival Internacional de Tango de San Luis. Lástima que en dos oportunidades nos habían propuesto hacer giras en Italia y en Japón, pero algunos integrantes no estaban de acuerdo y no pudimos ir".
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