Comercios afines y pilcherías cerradas solicitan urgente medidas de salvataje al sector
Con las pasarelas desiertas, los focos apagados y el glamour relegado a las tapas de las revistas, la industria de la moda se declaró "en emergencia".
La Cámara Argentina de la Moda declaró “la emergencia" en el sector ante la parálisis económica y comercial que afecta a diseñadores, emprendedores, comerciantes y a las industrias textil y del cuero y solicitaron medidas de salvataje y un espacio de diálogo para pensar el futuro del sector.
Con las pasarelas desiertas, los focos apagados y el glamour relegado a las tapas de las revistas, la industria de la moda se declaró en emergencia.
Con las pasarelas desiertas, los focos apagados y el glamour relegado a las tapas de las revistas, la industria de la moda se declaró en emergencia.
“Estábamos por hacer las ventas de las colecciones y los desfiles. El parate fue en el peor momento. Lo que estaba vendido no está cobrado y el resto no se pudo concretar. Estábamos en la última brazada y se cortó la cadena de pagos y comercialización”, dijo a Télam el diseñador y vestuarista Francisco Ayala, presidente de la Cámara Argentina de la Moda.
El impacto de la pandemia sobre la industria de la moda afecta a un universo vasto y muchas veces desconocido, que incluye a los diseñadores más importantes del país; a quienes comercializan marcas propias o ajenas en la Argentina y el exterior; a artesanos y emprendedores que venden y comercializan sus propios productos; y a oficios como maquilladoras, manicuras y peluqueros afectados por la ausencia de desfiles y eventos sociales.
También alcanza a las industrias del cuero, el calzado y el tejido, a fotógrafos, camarógrafos, realizadores, disc-jockeys y modelos, a profesionales que organizan las producciones para modelos y presentaciones semiprivadas, y a pequeñas boutiques, locales en shoppings y barrios que permanecen cerrados y deben afrontar el pago de alquileres, impuestos, sueldos y cargas sociales.
También alcanza a las industrias del cuero, el calzado y el tejido, a fotógrafos, camarógrafos, realizadores, disc-jockeys y modelos, a profesionales que organizan las producciones para modelos y presentaciones semiprivadas, y a pequeñas boutiques, locales en shoppings y barrios que permanecen cerrados y deben afrontar el pago de alquileres, impuestos, sueldos y cargas sociales.
“Necesitamos una mirada sobre los eslabones más desprotegidos. Hay muchos laburantes de la moda, no son todas marcas y diseñadores. Está el pequeño artesano, el comerciante, los que brindan servicios, la industria. Necesitamos una mirada amplia y federal sobre el asunto”, explicó Ayala al solicitar la declaración de la emergencia.
Y agregó estar “agradecidos de estar cuidados frente a la pandemia, acompañamos el aislamiento obligatorio y todos los protocolos sanitarios, pero también nos preguntamos cómo vamos a superar las consecuencias a mediado plazo”.
Ayala aseguró que venían “resistiendo, fueron años devastadores para el sector por la apertura de las importaciones, la suba de costos, el incremento de los alquileres y de los insumos. Estábamos en mitad de la noche y llegó la pandemia”.
Esto significa, según detalló la Cámara en un comunicado, no poder comercializar la colección otoño-invierno 2020. Según la entidad “la mayoría vendió a las franquicias su colección con pago por cheques adelantados, y hoy está cortada la cadena de pagos, ya que no se realizan ventas. Esta situación, sin duda, llevará a la quiebra a muchos diseñadores y marcas”.
La entidad también advirtió sobre la situación de diseñadores con talleres propios, con pequeños talleres y de quienes trabajan con modistas que realizan sus prendas y son monotributistas.
"Este sector esta totalmente afectado, no solamente por la cuarentena, sino también por la falta de insumos, los altos costos, los impuestos, los alquileres, los sueldos y los gastos en general", enumeraron desde la entidad.
"Este sector esta totalmente afectado, no solamente por la cuarentena, sino también por la falta de insumos, los altos costos, los impuestos, los alquileres, los sueldos y los gastos en general", enumeraron desde la entidad.
Ayala aseguró a Télam que saben que contarán “con algunas herramientas por parte del gobierno” y señaló que sería importante acceder a “créditos subsidiados con bajo interés, que sean de tramitación rápida y efectiva”.
También propuso “trabajar en equipo con los funcionarios para ir encontrando soluciones y pensar de qué manera podemos reactivar todo esto”.
“Pedimos un espacio de diálogo y trabajo con los gobiernos”, insistió y afirmó que “el lunes presentamos al gobierno de la Ciudad un pedido para empezar a trabajar, en el mediano plazo, en los protocolos para poder reabrir los negocios”, concluyó.
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